Ficha de Cátedra:
Proceso de inserción territorial.
Primer acercamiento
Sergio A. Pires
En la perspectiva de construcción de un
trabajo social territorial, nuestro marco de trabajo son las organizaciones e
instituciones que forman parte del entramado barrial donde las personas que
allí viven encarnan, participan y concurren para resolver su vida cotidiana.
Organizaciones y trabajadores de
instituciones que realizan tareas de fortalecimiento de la comunidad en la cual
se desarrollan, en tanto fortalecen el lazo social y construyen poder
territorial, que se expresa con mayor o menor incidencia en la capacidad de
autodeterminación de la población situada en ese territorio.
Organizaciones que forman parte de la
vida cotidiana de la gente, en tanto expresan intereses, resuelven necesidades,
generan posibilidades de acción, construyen subjetividades a partir de aprendizajes mutuos, problemas compartidos, tácticas
y estrategias grupales y colectivas para
una mejor vida.
Organizaciones
que, en tanto conformadas por los vecinos, son expresión de la comunidad, tornándose referentes tanto para el acompañamiento en situaciones críticas o
conflictivas y el abordaje de situaciones problemáticas, como para la
canalización y despliegue de capacidades y posibilidades de resolución de algún
aspecto de vida cotidiana del colectivo territorial.
Nuestra llegada al territorio, en
nuestro carácter de personas ajenas al mismo por no vivir allí, requiere un
proceso de inserción o inmersión territorial, que sólo puede ser viable a
través de alguno de los actores político sociales que actúan en el mismo, esto
es, alguna organización referente del barrio.
Nuestra inserción específica en alguna
de las organizaciones es lo que construirá el “desde donde” trabajar nuestro. Nuestro
lugar en el suelo territorial en el cual pretendemos desarrollar nuestra
práctica social.
Tal organización o institución será
entonces el espacio específico a conocer y desde el cual conocer la dinámica
del territorio, la población que allí vive, sus referencias, vínculos y
particularidades.
¿Y cómo conocemos?Conocemos a partir de estar, de
ser partícipes de la dinámica organizativa de funcionamiento. No sólo
observando sino haciendo, en el marco de posibilidades que nos brinda tal dispositivo,
nuestro marco de trabajo inicial.
Conocemos
haciendo, poniéndonos en juego por estar en situación de
acción. Esto permiteexpresarnos, darnos a conocer, ya que no hay posibilidades
de conocer sin darnos a conocer.
Y no hay posibilidades de conocer una
realidad territorial con cierta profundidad en términos de sus dinámicas
cotidianas, a los fines de trabajar comunitariamente en ella, sin insertarnos
en la misma.
Podemos afirmar entonces que nos insertamos para conocer. La
inserción territorial es condición de conocimiento. Pretender conocer un
territorio sin insertarnos en él sólo produciría indiferencia o resistencia a
nuestra presencia por parte de quienes allí viven. Y es razonable que eso sea
así, porque sería una intromisión en la cotidianeidad de vida de la población.
Y toda intromisión es avasallante, por ende, genera rechazo.
¿Y qué es la inserción territorial? Es
el proceso de acercamiento a
determinado territorio que posibilita adentrarnos
poco a poco, involucrarnos y compartir con la población espacios de
recreación de la vida cotidiana. Es construir nuestro re-conocimiento con la
población, en tanto nos permite ganar confianza
con la gente y en la gente, condición vital
para toda práctica social de trabajo comunitario. Nos facilita conocer la
organización popular, sus problemas, valores, actividades, avancesy luchas.
Se trata
entonces de un proceso pleno de exploración e indagación. Continuo y dinámico, puesto
que conozco haciendo con las personas
que habitan el territorio. No hay forma de conocer sin hacer. Y en la medida
que trabajo me inserto. Y a medida que
me inserto, conozco más, a partir de lo cual modifico mi trabajo, lo enriquezco, redefino y recreo. Lo cual
profundiza mi inmersión en la realidad compartida.
Todo esto sabiendo que el marco de trabajopara estar en el territoriolo propone la organización a través de la cual nos
insertamos comunitariamente. Es ella quien “nos abre sus puertas” habilitando nuestras
posibilidades de acción, en torno a qué cosas y aspectos de la realidad, a fin
de sumarnos a la dinámica de trabajo de la misma, en el sentido de lo que allí
está sucediendo.
¿Y en qué consiste este proceso?Según
nos refiere el Manual de Diagnóstico Participativo[1], podemos
distinguir inicialmente tres aspectosque hacen a la inserción, no cronológicos,
sino a desarrollar simultáneamente:
1- Estar presentes en
la comunidad y compartir en forma activa determinados momentos de su vida
cotidiana, tanto situaciones de la vida diaria como situaciones especiales, tales
como fiestas, luchas,desgracias, momentos críticos,etc.
2- Ir conociendo el hábitat,
la dinámica del tiempo y el espacio compartido, las modalidades y costumbres de
los pobladores del territorio, para paulatinamente saber más acerca de sus
visiones, necesidades, capacidades, saberes, intereses y deseos. Para entender
cada vez mejor sus modos de sobrevivir y resistir, sus formas de expresión, sus
relaciones tanto internas como con otros grupos.
3- Ir sintiendo
como compañeros los problemas y necesidades de la gente, para así identificarnos crecientemente con su lucha
por mejorar la vida.
Los avances en estos aspectos
posibilitan que desarrollemos una inserción integral, implicándonos subjetivamente, desarrollando el
compañerismo. Esto es, convertirnos
de personasexternas al territorio
que éramos en un inicio, en compañeros
de lucha y experiencias, posibles referentes afectivos y vinculares.
Compañeros suficientemente cercanos de la población para entender
y sentir los problemas y valoraciones desde ella, quesin imponer ni renunciara la propia visión del mundo, a nuestros
sentires y saberes, nos compartimos. Intentando
siempre relacionarnos convivencialmente,
expresión de la cosmovisión comunitaria, en un marco de mutua necesariedad y aprendizaje
que nos permita crecer y modificarnos,
en perspectiva de generar acciones con y
desde las personas y actores sociales del territorio en el cual también
compartimos parte del tiempo de nuestra vida, para fortalecer los lazos
sociales y construir líneas de autodeterminación comunitaria.
Hacernos compañeros en la vida
compartida posibilita la construcción de
referencia con las personas que trabajamos, y el encuentro de nuevas propias referencias y referentes
de nuestro trabajo, siempre encarnadas en los compañeros de lucha. Referencias
y referentes orientativos de nuestro crecimiento personal, en tanto sujetos de
deseos comunitarios.
¿Y con qué actitud desarrollamos este
proceso de inserción? Nos referimos a la actitud
subjetiva necesaria para encarar este proceso de inmersión en la realidad
territorial, para conocerla y ser parte de ella.
La misma
poseeciertas características, que a
nuestro entender creemos posibilitadoras
de lo que deseamos, que a continuación desarrollaremos.
Para conocer
lo que no se conoce, es importante asumir un “perfil bajo”, no pretendernos ser
el centro de la escena. Ya de por sí una nueva presencia en cualquier espacio
llama la atención, es una irrupción que modifica cualquier situación. Por ende,
hablar sólo lo necesario. Yescuchar mucho. La actitud de escucha
es la ideal para conocer. Para
construir y ser parte en éste nuevo lugar, el territorio, y particularmente en
una organización del mismo.
Preguntar todo lo necesario, cuidándonos mucho de no hacer inferencias a
partir de nuestra propia visión, sino enriquecer
nuestro entendimiento, tomando especial atención en el significado que para el informante o dicente tiene lo que expresa,
tanto él como el espacio o lugar en que nos encontramos. Incluso aquello que
nos parezca obvio, considerarlo provisorio hasta tanto no sea
confirmado por otros símbolos o signos.
Preguntar cuando nos parezca pertinente, cuando “haya paño” para hacerlo, y
cuidar que la pregunta no sea cuestionadora, para evitar herir susceptibilidades y generar confianza con quienes nos
reciben en la organización.
No
olvidemos que toda persona nueva en
un lugar genera cierto “malestar”o extrañeza inicial, porque es un nuevo actor en juego. No se sabe nada
de él y hay que “tantearlo” u “olerlo”, ya que hasta ese momento es un extraño.
Y ese
posible “malestar” no tendrá razón de ser si caminamos (compartimos, hablamos) hasta donde la o las personas que nos acogen en su cotidianeidad quieren. Y en esto estriba la
construcción de confianza, poder fiarse
mutuamente uno del otro para luego con-fiarse
en un nosotros posible.
Observar mucho, no solo lo dicho, sino gestos,
lo escrito, las cosas. Registrar
mentalmente, evitando que la persona pueda sentirse observada, registrada,
evaluada, “presa” de lo que está diciendo.
Finalmente,
resulta absolutamente necesarioexplicitar,
todas las veces que sea necesario, el sentido,
objetivo y/o finalidad con la cual nos acercamos y queremos formar parte
del territorio. El para qué de nuestra presencia. Revelar nuestros intereses e intenciones, para que no se generen
falsas expectativas. Esto es básico elemento constructor de confianza posible.
No hacerlo implicaría ocultar nuestra intención, y la gente es muy sabia para
leer u “oler” los ocultamientos.
Recordemos
que la generación de vínculos de conocimiento con la población es un elemento
facilitador de toda práctica social compartida, sin perder de vista que todo lo
que hagamos debe apuntar a la autodeterminación de la población, sin generar dependencia.
¿Y cómo nos insertamos? Las formas de
insertarse son múltiples, puesto que no hay una forma apropiada para hacerlo. Entre
ellas podemos enumerar:
Informarnos
previamente acerca de la realidad específica de la zona
y su gente, revisando documentos, mapas, estadísticas, informaciones, conversando
con personas que conocen el territorio, y otras posibles acciones puede
resultarnos de utilidad.
En perspectiva del acercamiento al
territorio, elaborar un conjunto de puntos
de interés que nos sirvan de guía para orientarnos en el conocimiento del
mismo, tales como: la historia del
barrio; sus expresiones culturales
formales e informales, lenguaje, usos, costumbres y creencias; las formas de sustento, sobrevivencia yproducciónde
la gente; los actores político sociales
que operan en la zona, sus instituciones; los tipos de organización existente, sus modalidades de funcionamiento,
sus intereses y relaciones con otras organizaciones e instituciones aledañas con
incidencia en el territorio; los conflictosytensiones existentes entre los
diferentes actores territoriales y al interior de los mismos.
Por medio de conversaciones informales
individuales o grupales, entrevistas, participación en actividades,
observaciones directas, escuchando y observando con amplitud de criterio.
Presenciar situaciones informales de
la vida cotidiana, tales como
conversaciones o actividades con la familia, en los negocios o puntos de
encuentro de los vecinos en el barrio, así como asistir a momentos de especial
importancia, tales como festividades, fiestas, eventos religiosos, deportivos, culturales
o de otro tipo, actividades colectivas de encuentro en general, en las cuales
la gente expresa su forma de vivir, valores y símbolos que dan cuenta de su
estar siendo en el mundo.
[1]
Astorga, Alfredo; Van del Bijl, Bart: Manual de diagnóstico participativo. CEDEPO. Humanitas. 1991.
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