HERRAMIENTAS DE
REGISTRO
El registro es un
instrumento de la práctica profesional, que intenta reproducir la vida social,
en su vitalidad y movimiento.
La recolección,
organización y sistematización de los datos de la realidad, nos permite
reconstruir el pensar, sentir y actuar de nuestra intervención. En este sentido
el registro resulta una materia prima fundamental de nuestra práctica, puesto que
posibilita tanto la reflexión como interrogarnos y cuestionarnos acerca de la
misma.
No sólo describe,
explora y significa el mundo del otro sujeto, protagonista, con el que nos
involucramos en esta práctica social particular, sino que va a explorar también
mi mundo interno (prejuicios, cosmovisión, representaciones). En un proceso de
abstracción que me permite trascender lo fenoménico, e intentar sus conexiones
internas, su complejidad.
El registro libera la
palabra.
¿Para
qué documentamos nuestra práctica?
·
Registrar,
lo que hacemos en conjunto con los otros, nos permite reflexionar y generar
líneas de acción.
·
A
su vez nos permite poder evaluar los procesos planificados, al constituirse
como memoria de lo sucedido en el tiempo.
·
Puesto
que en el registro no sólo quedan redactadas las intervenciones, sino también
nuestras apreciaciones e interpretaciones sobre ellas, nos permite, fruto de la
lectura y de la reflexión, dar cuenta de nuestras representaciones e
imaginarios generados en los encuentros.
·
Además,
permite producir un avance de conocimiento, elemental para el desarrollo de la
práctica profesional.
Características
del registro
Según Elizalde, hay tres características que,
en la elaboración de los registros se deben tener en cuenta. Estas son:
·
Calidad,
por cuanto deben contemplar la manifestación de los hechos/ acontecimientos
observados, como así también las representaciones de sus protagonistas.
·
Riqueza,
ya que deben cubrir exhaustivamente todos los aspectos involucrados en el
desarrollo de la práctica, de las actividades realizadas, como así también las
significaciones de los diferentes actores participantes en dicha experiencia.
·
Confiabilidad,
a lograr a través de múltiples observadores, respetando el doble nivel de
registro (diferenciando lo textual de las evaluaciones personales).
Explicitando el contexto donde se recaba la información.
¿Qué
decidimos registrar?
·
Las
actividades planificadas y también las no planificadas.
·
Podemos
tomar registro sobre la concurrencia al territorio.
·
Podemos
intentar describir eventos, actividades, acontecimientos.
·
Charlas
informales con las personas con las cuales trabajamos en el territorio.
·
Sensaciones,
interrogantes nuestros.
·
Podemos
describir elementos del contexto.
Todo esto que
registramos debe estar organizado, ordenado cronológicamente, fecha, lugar.
Pero lo importante
siempre es que el registro tiene un objetivo, es un recorte de nuestra mirada,
no se registra todo lo que se observa, escucha, y se percibe, sino aquello que
relevamos importante y pertinente para nuestro trabajo.
EL REGISTRO ES UNA
DECISIÓN. Decisión acerca de qué registrar y cómo hacerlo, acorde al objetivo
de trabajo que nos hayamos planteado.
¿Qué
es el cuaderno de campo?
El cuaderno de campo
es el instrumento en el cual queda recopilada toda la información que se
obtenga de nuestras prácticas, y a partir del análisis del mismo poder crear y
repensar estrategias de intervención.
Las notas de campo
son todas aquellas anotaciones que realizamos en el momento mismo de la
práctica, es el tipo de registro más sencillo ya que se realiza durante el
momento de trabajo. Por ejemplo, ellas se utilizan para registrar frases
textuales dichas en la práctica u observaciones que nos llamen la atención,
como posibles emergentes.
Entonces, a modo de
síntesis, el cuaderno de campo es donde quedarán registradas las
planificaciones de las actividades, las notas de campo y las evaluaciones o
apreciaciones que se hagan fruto del análisis de las mismas.
Crónica,
una modalidad de registro.
La crónica es un modo
de registro que suele utilizarse con la intención de registrar situaciones
específicas como ser reuniones, entrevistas, asambleas, etc.
La crónica también
puede producirse como fruto del proceso de las notas de campo a partir de la
organización de estas, de la reconstrucción del trabajo realizado en la
práctica.
Se recomienda tener
en cuenta a la hora de elegir esta forma de registro los siguientes elementos:
fecha-lugar, participantes (funciones y roles), objetivos, contexto y desarrollo de la situación,
apreciaciones – interrogantes, futuras posibles acciones o líneas de acción.
Técnicas
del relevamiento de Información
1- Observación
La observación es una
más de las herramientas con las que contamos para conocer el mundo. Lo
importante es saber qué queremos observar y el modo de hacerlo. Es una técnica
para recabar información a partir de lo percibido por los sentidos del
observador, de un recorte en el tiempo y en el espacio.
Es importante no
olvidar que la observación es parte de un campo subjetivo. “La observación
trata de deslindar el objeto del sujeto que observa. Tan subjetivo es que el
observador con su sola presencia introduce una variable en la que observa y es
observado”.[1] Es
decir cuando uno realiza una observación se ubica en un lugar, y al mismo
tiempo el otro en lugar de observado, también modifica su posición. Nunca puede
considerarse este acto como neutro, ya que todos participamos en el acto de una
observación, sería como negar el impacto de la técnica y nuestra presencia en
el escenario colectivo.
Al momento de
observar una situación hay que tener en cuenta que el cuerpo habla tanto
como, o en ocasiones más aun que las
palabras. Estar atento a los gestos, “escuchar con los ojos”. La intención de
querer captar todo lo que nos dice nuestro interlocutor, nos exige aprender a
escuchar qué va más allá de las palabras.
OIR es una función
biológica
ESCUCHAR es una
función intelectual.
El registro de la
observación puede ser realizado en el momento o luego como reconstrucción de lo
observado. Hay situaciones que no nos permiten recurrir a nuestro cuaderno como
recurso de registro, sino que será en un momento posterior en el que nos
sentemos a recomponer todo lo vivenciado.
Por otro lado, en un
primer momento se realiza la observación y su registro, pero su importancia
radica en un segundo momento que es posterior, la reflexión e interpretación de
la información recavada por medio de la observación. “En el momento de la reflexión
el observador pasa en limpio lo que escribió, lo lee, lo piensa, se encuentra a
solas con la letra y puede compartir con otros la reflexión y la
interpretación. Los datos obtenidos deben ir hablando, con lo cual dejan su
condición de dato empírico y asumen la condición de significado, esto es de
realidad interpretada.” [2]
2- La
entrevista como herramienta para conocer.
Esta herramienta se
utilizará en el marco de un encuentro entre dos o más personas, entre las
cuales se establecerá una comunicación a fin de obtener la información que uno
de los actores desea conocer y que le brindará el otro.
Pero a su vez permite
la interlocución y no sólo la mera recolección de datos, es flexible y permite
la interacción de la dimensión social e interpersonal.
La entrevista tiene
un encuadre de trabajo acordado previamente con nuestro interlocutor (día-
horario – lugar –objetivo de la misma)
Es imprescindible
tener bien en claro cuál es el objetivo de la misma. Para qué generamos ese encuentro y por qué con esa persona en particular. Esto es importante poder
expresarlo al momento de organizar el encuentro con nuestro interlocutor, y
luego al inicio de la entrevista.
Pero además, el tener
en claro el objetivo nos permite poder definir núcleos, o nudos temáticos o temas
orientadores, como queramos llamarlos, de lo que queremos conocer y a partir de
allí poder ir generando las preguntas adecuadas.
Usualmente en las
entrevistas se utilizan lo que se denominan “preguntas abiertas”. Es decir son
preguntas que no se responden con una afirmación o negación, número, adjetivo,
sino por el contrario son preguntas que obligan en su formulación a la
caracterización, a una opinión, son respuestas que presentan un desarrollo, una
elaboración por parte del entrevistado.
Pero además lo que
nos brinda es la mirada subjetiva del entrevistado sobre lo preguntado. Es
decir su interpretación sobre esa realidad por la que se pregunta, su
percepción sobre el asunto.
Preguntas abiertas
podrían ser: ¿Cómo se organizó este comedor? ¿Cuáles serían para vos los
problemas principales del barrio?
A diferencia de las
abiertas, una pregunta cerrada podría ser: ¿Cuántas personas habitan en el
barrio en la actualidad? ¿Cuántas personas concurren a este comedor?
Retomando, al tener
claros los objetivos de esta herramienta, cual es la información que se desea
obtener, es importante poder acotar temas, poner límites, alcances. No puede
pretenderse en un solo encuentro intentar conocer todo lo que se desea,
igualmente esto dependerá una vez más de los objetivos de la misma.
Una vez delimitados
los objetivos, y establecidos cuales serán los temas o núcleos orientadores, se
puede entonces dedicar a pensar y armar el cuestionario. Este no es más que el
listado de preguntas. Este listado debe estar organizado, debe tener un orden
lógico o secuencial, cada pregunta debería devenir de la anterior, es decir
tener un nexo entre ellas.
El cuestionario, si
bien es una herramienta que nos ordena, que nos ayuda a la hora de realizar la
entrevista, tampoco debe convertirse en una atadura, sino el entrevistador se
transforma en esclavo de ese papel que contiene las preguntas. Esta herramienta
es útil siempre y cuando uno la haya elaborado e incorporado mentalmente, es un
recorrido que se puede atravesar. Un recorrido elegido, armado por quien
entrevista, pero no es el único camino. Por lo tanto en el momento de la
entrevista uno tiene que escuchar para poder decidir si la pregunta siguiente
corresponde o no, es decir elegir el camino que nos conduce a nuestro objetivo.
Si uno se pierde, o se desvía en la conversación, el cuestionario puede
facilitarnos nuestra orientación.
3- Encuesta.
La utilización de
esta herramienta responde a objetivos distintos que la herramienta
anteriormente presentada. La entrevista dijimos nos aporta una mirada más
subjetiva de lo que queremos conocer, en cambio la encuesta apunta a recopilar
datos o información que nos permita cuantificarlos. Por este motivo se
construye un cuestionario con preguntas cerradas que se aplican a una cantidad
de personas, con el fin de poder dar cuenta del objetivo perseguido, expresado
por esa porción de la población.
En síntesis para
hacer una encuesta en primer lugar se debe definir que es lo que queremos
conocer, quien nos proveerá de esa información, elaborar el cuestionario,
concretar la encuesta y finalmente analizar los resultados, es decir
cuantificar los datos obtenidos.
La
importancia del registro para el Trabajo social:
Es muy corriente
escuchar: “anotalo porque las palabras se las lleva el viento”. Así recurrimos
a variadas formas de registrar los acontecimientos de los cuales formamos
parte, sea la palabra escrita, como el caso del registro al que nos referimos,
o a otras modalidades, tales como la grabación, filmación o fotografía.
Todas estas modalidades
tienen por fin documentar lo sucedido, lo acontecido, a los fines de poder
captar aspectos de situaciones vividas.
Para la labor que nos
ocupa, el registro escrito nos permite construir conocimiento en el proceso de
aprendizaje, enmarcando lo sucedido en el contexto particular en que acontece.
Puesto que la
conceptualización no se alcanza de una vez y para siempre, sino que se realiza
de modo procesual, cada nuevo registro se constituye en una nueva instancia,
que profundiza el proceso de conocimiento en que estamos inmersos.
El análisis
sistemático y periódico de los registros nos permite conocer el espacio en que
se desarrolla la práctica social de la cual formamos parte, tanto sus actores
como las circunstancias de lo que sucede; construir un diagnóstico de situación
para poder pensarnos en ella; detectar emergentes para la planificación de
nuestra intervención; orientar y re-direccionar lo que hacemos a cotidiano
posibilitando caminos y alternativas en la perspectiva de transformar la
realidad.
Así, de forma
orientativa, es que proponemos una Herramienta de Registro, que despliega
algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de registrar, que sin intención de
excluir otros posibles que quien registra considere necesarios y pertinentes
para el objetivo propuesto, nos parecen elementos fundamentales.
Estos son:
La constatación del
tiempo y el espacio en que suceden los hechos;
La explicitación de
los objetivos con los cuales fui a la instancia en que participo;
Una breve descripción
de la situación o actividad de que se trate;
Dar cuenta
apropiadamente tanto de los participantes de la situación como de la modalidad
de la participación, la circulación y uso de la palabra, roles asignados y
asumidos que facilitaron o dificultaron la tarea;
La captación de los
discursos de los mismos, en tanto frases, gestos y/o expresiones
significativas;
Detectar y plasmar
elementos emergentes, tales como situaciones imprevistas, sean estas positivas
o negativas, a la vez que relaciones, tensiones, conflictos latentes, necesidades,
dificultades, capacidades e intereses puestos en juego;
El contexto en que
sucede la actividad, tanto espacial como simbólico, expresado en las
características físicas del lugar, la distribución de espacios, la existencia
de carteles, expresiones gráficas, etc.;
Acontecimientos de la
coyuntura o contexto barrial, local, provincial y/o nacional si nos parece
pertinente, que puedan estar incidiendo en lo que acontece en esa práctica;
La evaluación de la
tarea o actividad realizada, tanto en sus logros como en sus dificultades;
Expresar elementos
subjetivos de la propia persona, en cuanto a lo sentido, pensado, hecho y
aportado en la actividad, así como otras dificultades que pudiera tener quien
registra;
Otros elementos o
aspectos no referidos en la presente propuesta que resulten pertinentes.
HERRAMIENTA
DE REGISTRO
Ø
Fecha y lugar:
Ø
Objetivos específicos con los que fui a la práctica:
Ø
Descripción de la situación/ actividad:
Ø
Participantes:
Ø
Discursos (extraer frases significativas de lo dicho):
Ø
Elementos emergentes:
o
Situaciones imprevistas (positivas o negativas)
o
Detectar relaciones, conflictos latentes, tensiones,
necesidades, problemas
Ø
Participación, formas, circulación de la palabra, roles que
facilitaron o dificultaron la tarea.
Ø
Evaluación: Logros y dificultades (de la actividad realizada)
Ø
Contexto. (Descripción del espacio. Qué expresan las paredes,
carteleras, distribución de espacios, etc.)
Ø
Coyuntura local, provincial y nacional
Ø
Cuál fue mi aporte, mi tarea, como me sentí (incluir las
dificultades propias en la práctica).
|
Bibliografía utilizada:
Ø Elizalde Carmen, “Los registros de campo en la
práctica pre-profesional. Aportes para la sistematización.– Ed. Mimeo. 1995
Ø Fuentes, Pilar, “Lo que el viento no se llevó…
El registro de campo y su importancia en el proceso de intervención profesional
del Trabajo Social”. En <El Diagnóstico Social. Buenos
Aires, Argentina> Espacio Editorial. (2001).
Ø Fernández, G. “La observación y el registro
en el ámbito institucional”, en Psicólogos Institucionales trabajando. Buenos Aires: Eudeba (2003)
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