Buscar este blog

Ficha de Cátedra: "Mapeo Territorial. Herramienta para conocer y caminar el Territorio"



Ficha de Cátedra:  Mapeo territorial
Herramienta para conocer y caminar el Territorio

Cuando nos acercamos a una organización en un barrio para realizar nuestras prácticas, antes de ir como estudiantes, vamos como sujetos con diferentes historias, miradas, representaciones e imaginarios, intereses y objetivos. Es decir como portadores de trayectorias diversas. Estos aspectos hacen que aquello que  vemos- observamos, escuchamos, registramos – se constituya como una construcción subjetiva, que puede distar completamente de lo que la realidad es.

En este sentido es importante tratar de reconocer estas cuestiones, tratar de repensarnos y detectar nuestras emociones, y nuestras intenciones.

¿Para qué vamos? ¿Por qué vamos? ¿Qué sentimos? Son preguntas que deben estar presentes de manera permanente, tanto en forma individual como grupal. Es importante que el objetivo sea reconocido y sentido por todos aquellos con quienes compartimos la situación de transitar por un territorio determinado y, lo que es más importante, tener presente que “el territorio” no podemos pensarlo como algo dado, es una construcción del sujeto que lo elabora. Al respecto y siguiendo a Ocampo Marín  “el territorio es un constructo social, una valoración, una fabricación, un producto, un espacio tatuado por la historia y la cultura, que se construye a través de prácticas, estrategias, percepciones y la manera de leerlo que tienen los miembros del grupo que lo constituye”.[1]

De esta forma, miramos al territorio y construimos su “realidad”, realidad que dotamos de significados y de sentidos sobre el territorio mismo y sus actores. Pero este proceso no es exclusivo de los estudiantes. Por el contrario las personas que allí habitan, que forman parte del mismo, elaboran prácticas cotidianas, relaciones sociales, lazos y vínculos con otros actores y organizaciones. Esto es lo que intentaremos descubrir a la hora de ir como estudiantes al territorio. Cuáles son los sentidos que construyen las personas, que ese territorio habitan y que hacen a la resolución de su vida cotidiana.

Esta definición que utilizamos en la cátedra del territorio como un entramado[2], da cuenta del fruto de nuestro paso, de nuestra indagación, de nuestro encuentro con el otro que vive en ese territorio. Sea éste un sujeto individual o actores político sociales.

El acto de ubicar, definir y reconocer un territorio, como mapa es una herramienta de indagación, exploración y reconocimiento que los estudiantes van haciendo a medida que van caminando el territorio.

Cuando hablamos de mapear un territorio, o construir un mapa territorial, no hablamos de un mapa de estilo geográfico, sino que hablamos de un mapa político. Ya que a medida que vamos ubicando actores, lugares, relaciones, al mismo tiempo estamos hablando de posiciones y estrategia, estamos hablando  de relaciones de poder.

Por esto es importante reconocer que un mapa es la expresión de la mirada de quien lo realiza, en este caso nosotros como estudiantes,  sobre un recorte en el  tiempo- espacio. “El mapa no es el territorio: es una imagen estática a la cual se le escapa la permanente mutabilidad y cambio al que están expuestos los territorios. El mapa no contempla la subjetividad de los procesos territoriales, sus representaciones simbólicas o los imaginarios sobre el mismo. Son las personas que lo habitan quienes realmente crean y transforman los territorios, lo moldean desde el diario habitar, transitar, percibir y crear.”[3]   El mapa expresa la mirada de su autor/es que tiene sobre el territorio. El mapa es como un recorte “como una instantánea” no puede dar cuenta en sí mismo de lo cambiante y dinámico de la realidad social. Teniendo esto en cuenta no caemos en el error  de naturalizar y congelar las situaciones cotidianas de las organizaciones, que están atravesadas por distintos elementos coyunturales y de contexto.

Entonces entendiendo que al territorio como una construcción, no como algo dado, Organizaciones situadas en un territorio determinado, entendido éste como el entramado de organizaciones e instituciones con las cuales y en las cuales resuelven su vida cotidiana las personas que habitan en él (…) Organizaciones que producen acciones colectivas de mejor vida, que en creciente articulación, complementariedad y mutua necesariedad e interdependencia pueden configurar un proyecto de poder popular. (…) Que debemos entenderlas como actores político sociales que inciden en la realidad transformándola con una subjetividad de nuevo tipo, plasmada en prácticas comunitarias.”[4]

Siguiendo esta forma de pensar y definir al “territorio”, no puede pensárselo más que como una herramienta, entre otras, de conocimiento y de organización y relación de información.  En el Manual de Mapeo colectivo elaborado por los Iconoclasistas, proponen pensar que el  mapeo no produce transformaciones por sí mismo. “Por eso decimos que el mapeo es un medio, no un fin. Debe formar parte de un proceso mayor, ser una "estrategia más", un "medio para" la reflexión, la socialización de saberes y prácticas, el impulso a la participación colectiva, el trabajo con personas desconocidas, el intercambio de saberes, la disputa de espacios hegemónicos, el impulso (…) a la creación e imaginación, la problematización de nudos clave, la visualización de las resistencias, el señalamiento de las relaciones de poder, entre muchos otros”.[5]

En definitiva, el mapeo territorial (no) es más que una herramienta de intervención en lo social, que utilizamos en principio para poder conocer y adentrarse en el mismo, para luego si poder organizar nuestro trabajo desde una unidad territorial.  “Si consideramos que intervenimos en situaciones de la vida cotidiana de las personas, y que esa cotidianeidad se recrea en donde la gente vive; que las personas vivimos en un determinado entramado barrial, donde establecemos relaciones con otros pares convivientes, destacamos al territorio donde desarrollan su vida las personas con las cuales trabajamos a cotidiano como la unidad de operación del trabajo social.”

Entonces, ¿para qué sirve la tarea de elaborar un mapa?

  • ·         Por un lado permite ubicar geográfica y temporalmente un espacio determinado
  • ·         A su vez, dentro del mismo, ubicar e identificar los actores sociales intervinientes, y cómo se ubican y relacionan entre sí. Con esto intentamos referirnos a descubrir  el sentido (que) los actores le dan a sus prácticas.
  • ·         Además permite repensar y desnaturalizar representaciones, es decir al construir a partir de los discursos que los sujetos que habitan ese territorio tienen sobre el mismo. El relato sobre “lo que pasa en el territorio”.
  • ·         Nos ayuda a definir nuestra posición (ya que en el acto del mapeo se produce y reproduce el territorio a partir de nuestro “filtro”), construir una estrategia con objetivos y acciones orientados y pensados a partir de develar la dinámica del territorio mismo.

Bueno, teniendo claro el para qué del mapa, podemos detenernos a pensar el cómo.

Entonces, ¿cómo construimos un mapa territorial?

No hay una única forma de construir un mapa territorial sea este con estrategia colectiva[6] o no, las fuentes de indagación pueden ser múltiples (búsqueda bibliográfica, entrevistas, talleres, encuestas, etc) lo que es importante es pensar y tener en claro el objetivo del mismo, y qué es lo que se busca representar y sistematizar.  

Por ejemplo, a la hora de comenzar cabe preguntarse por una ubicación si se quiere geográfica (un barrio, una ciudad, una región, etc).  La idea aquí es poder construir un mapa con calles, rutas, pasajes, plazas, “circuitos”, descampados, lagunas, límites y segmentaciones, etc. Luego pueden pensarse desde una manera si se quiere más simbólica, es decir poder llenar de contenido los datos ubicados en el mapa y poder empezar a indagar acerca de la circulación por esos espacios; cómo y por quién se utilizan los mismos. En definitiva, intentar indagar y representar por ese mapa cómo los sujetos y actores sociales, se apropian de ese espacio. Explorar acerca de los significados que los lugares tienen para los sujetos que los habitan. Por esto también es importante el recorrer, el caminar, el documentar el barrio. No sólo entrevistas que apunten a construir la historia y el lenguaje del barrio sino también el poder fotografiarlo.

Al mismo tiempo se ubican los actores sociales que consideramos más importantes y los que surgen a partir de las entrevistas, talleres, o la dinámica que se utilice para la búsqueda de información. Estos actores sociales pueden ser individuales o  colectivos, es decir puede ser un sujeto específico, o puede ser una institución o una organización social del Territorio (actor político social). Y al ubicar a estos actores, ubicamos sus acciones y actividades, es por esto que se comienza a caracterizar su práctica social[7], al estar hablando de sus acciones en un territorio determinado. Lo interesante de poder ubicar estos actores, es poder dar cuenta de cómo se significan y como son significados por el resto, a partir de lo que hace y de cómo se relacionan en el escenario en el que se encuentran.

Y estos actores tienen intereses, proyectos, acciones un mirada subjetiva del territorio, una circulación por el mismo, y su propia definición. Estas son algunas de las cuestiones que en la construcción de un mapa se intentará indagar para luego sistematizar.

Los mapas también pueden centrarse en representar las relaciones o las redes que existan. Para esto es necesario indagar sobre el vínculo existente entre los distintos actores, y en qué acciones o actividades se materializa.

Tener en cuenta que estas pueden ser múltiples, lo importante es cómo lo describe y significa el mismo actor. Pueden ser relaciones fluidas, de conocimiento, de indiferencia, de cooperación, de conflicto o problemáticas, etc. 

Cuando esto se logra materializar en un mapa, se puede pensar como zonas con objetivos de trabajo particulares, según las relaciones que se evidencien. A su vez le da más dinamismo a  lo estático que en realidad es un mapa.

De este modo, el mapeo de redes permite analizar, en función de los proyectos, objetivos, intereses o deseos de la organización, con qué actores es preciso fortalecer las relaciones, quienes pueden oponerse a sus acciones y con cuales de los actores, que hasta ese momento no han desarrollado vínculos, deberían hacerlo[8]  

Ahora bien, si decimos que el Mapa es una herramienta de indagación, de análisis, de organización, de conocimiento, es también una herramienta de síntesis y de comunicación. Para que esta comunicación sea efectiva, dentro del Manual de Mapeo Colectivo armado por los Iconoclasistas encontrarán todo un capítulo “Iconografía para el mapeo”  que trabaja  sobre el uso de íconos, símbolos e imágenes. Esto permite construir, de una forma gráfica y común, un código que sea entendible y comunicable por todos, tanto los que realizan el mapa, como a quien luego será dirigido. Por eso es importante que cada ícono (sea claro y entendible) posea su referencia.

Por último, es imprescindible trabajar la noción de participación de los actores sociales del territorio que se esté mapeando. A lo largo de toda la ficha se insitió en esta idea de entender al mapa como una construcción de quién lo elabora. Si lo que se intenta es que esta herramienta sea utilizada y elaborada con los mismos actores del Territorio se recomienda la Lectura del Manual de Mapeo Colectivo, en reiteradas ocaciones citado.

Si no es esta la estrategia dada por parte de los estudiantes, es importante encontrar la forma de que los actores participen validándolo de algún modo en la elaboración del mismo.

“(…) la participación de diferentes actores en la construcción del mapeo es altamente deseable por dos razones: por un lado, porque resulta estratégico en tanto es más sencillo que los actores se involucren y comprometan con los proyectos a desarrollar si fueron consultados en la etapa de indagación y sus perspectivas fueron contempladas; y por otro lado –y aun más importante porque se trata de una cuestión de derecho: el derecho de todos los actores involucrados en una problemática a participar de su abordaje. Si no fuera posible esta construcción colectiva, resulta imprescindible validarlo con la mayor cantidad de actores sociales involucrados posible[9].

Es importante comprender que la validación, es parte misma de la tarea de elaborar un mapa, cuando no fue hecho colectivamente. No es la parte final, ni la evaluación del mismo, sino que justamente podemos y debemos pensar estratégica y políticamente cómo vamos a ir validando al tiempo que vamos elaborando el mapa, al tiempo que vamos caminando el territorio.

Bibliografía utilizada:

Ø Algranati Santiago, Bruno Daniela y Iotti Andrea <Mapear Actores, relaciones y Territorios. Una herramienta para el análisis del escenario social>. Cuadernos de Cátedra Nº 3 -  Taller de Planificación de Procesos Comunicacionales – Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP -  2012
Ø García Catalina, “Barrios del Mundo: Historias Urbanas – La Cartografía social en la práctica”. Enda. Colombia - 2005
Ø Iconoclasistas “Manual de Mapeo Colectivo – Buenos Aires Ed Tinta Limón, 2013 http://iconoclasistas.com.ar/
Ø Gonzalez J; Miguel M; Rosso I; Toledo López A y Toledo López V “Mapeando el Barrio construimos territorio. Experiencia de Cartografía Social en Villa Aguirre, Tandil”. – Revista Masquedos N°1, Año 1. Secretearía de Extensión UNICEN – 2016
Ø Pires Sergio, Fichas de Cátedra: “Construcción de poder territorialmente organizado” (2012) - “Primeras aproximaciones acerca del Trabajo Social” y Proceso de inserción territorial. Primer acercamiento” (2012) – Material de Lectura Cátedra Taller de Pràcticas Territoriales Integradas – Lic en Trabajo Social - IUNMa
Ø Spataro, María Graciela <La noción de territorialidad en Trabajo Social>, Margen: Periódico digital de Trabajo Social y Ciencias Sociales. 2008





[1] En Spataro, María Graciela <La noción de territorialidad en Trabajo Social>, Margen: Periódico digital de Trabajo Social y Ciencias Sociales. 2008
[2] Ver Ficha de Cátedra “Construcción de poder territorialmente organizado”(2012) – Material de Lectura Cátedra Taller de Practicas Territoriales Integradas – Lic en Trabajo Social - IUNMa
[3] Iconoclasistas “Manual de Mapeo Colectivo” – Buenos Aires Ed Tinta Limón , 2013
[4] Pires Sergio, Ficha de Cátedra…
[5]  Iconoclasistas “Manual de Mapeo Colectivo” – Buenos Aires Ed Tinta Limón , 2013
[6] Para más información acerca de la tarea del Mapeo colectivo recurrir al Manual de los Iconoclasistas citado anteriormente.
[7] Entendiendo práctica social como lo expresa Raúl Leis: “…son acciones (hechos y pensamientos) que hacemos como individuos, grupos, clases o naciones, en forma consciente e intencionada, y a todos los niveles; para crear, modificar y transformar constantemente la realidad en función de nuestros intereses…” en: Leis, Raúl. “El Arco y la Flecha. Apuntes sobre metodología y práctica Transformadora” 5º ed. Editorial Hvmanitas CEDEPO. Bs. As. 1990.
[8] Algranati Santiago, Bruno Daniela y Iotti Andrea <Mapear Actores, relaciones y Territorios. Un herramienta para el análisis del escenario social>. Cuadernos de Cátedra Nº3 -  Taller de Planificación de Procesos Comunicacionales – Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP -  2012
 [9] Algranati Santiago, Bruno Daniela y Iotti Andrea <Mapear Actores, relaciones y Territorios. Una herramienta para el análisis del escenario social>. Cuadernos de Cátedra Nº3 -  Taller de Planificación de Procesos Comunicacionales – Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP -  2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.